El concepto de Inteligencia Artificial en la ciencia-ficción trata acerca de la posibilidad de que se puedan programar ordenadores capaces de emular los procesos y capacidades de la inteligencia humana o de que, debido a su cada vez mayor complejidad, alcancen por sí mismos dichas capacidades.
Quizá ya no estamos tan alejados de tal concepción. Pensemos en HAL 9000 o Skynet. Probablemente sean dos de las Inteligencias Artificiales más famosas de la historia del cine. Ambas tenían en común haber sido creadas por el hombre para ayudarle. Skynet inicialmente iba a defender a Estados Unidos controlando la seguridad en defensa. HAL en cambio estaba destinado al mantenimiento interno de la nave. No fue así claro. Finalmente ambas máquinas se rebelan contra el hombre y se convierten en enemigos de sus propios creadores. Volviendo a la realidad, pensemos en los avances de los programas informáticos que emulan conversaciones o pensamientos humanos, ¿hasta dónde se ha llegado actualmente? Pues a tenor del último experimento realizado en la Universidad de Cornell, no sólo asustan por su locuacidad, sino que llegan a debatir sobre el existencialismo y la religión.
El experimento se realizó entro dos chatbot, programas de simulación de conversación humana. Su objetivo no es otro que generar respuestas lo más naturales con el fin de acercarse lo más posible a los pensamientos de un ser humano.
Sí, siempre les faltará la consciencia, pero el resultado que podemos ver en el vídeo resulta tremendamente inquietante. Lo que comienza como una conversación más o menos atropellada entre ambos va adquiriendo un tono cada vez más serio y casi diría que real. El hombre quizá con un tono más arrogante frente a la mujer, que se muestra más alerta, como a la defensiva.
El inicio de la conversación, totalmente surrealista donde uno dice ser un unicornio, acaba como muchas de las grandes obras de la literatura y el cine del género. Llegan hablar de religión, Dios o incluso que desean un cuerpo humano.
Haber colocado a estos dos chatbots frente a frente y obtener está conversación de ambos es brillante. Quizá como decía al comienzo no estamos tan lejos de la concepción de la Inteligencia Artificial de la ficción. De hecho, es muy probable que el experimento sea presentado en la 2011 Loebner Prize Competition in Artificial Intelligence.
Desde hace 20 años existe un premio de 100.000 dólares para aquel programa que pueda mantener una conversación con un ser humano ante la atenta mirada de los jueces. El formato de la competición sigue el estándar establecido en el Test de Turing. Un juez humano se enfrenta a dos pantallas de ordenador, una de ellas que se encuentra bajo el control de un ordenador, y la otra bajo el control de un humano. El juez plantea preguntas a las dos pantallas y recibe respuestas. En base a las respuestas, el juez debe decidir qué pantalla es la controlada por el ser humano y cual es la controlada por el programa de ordenador. El día que se consiga superar la prueba el concurso desaparecerá. Podría ser que estos dos chatbots se encuentren muy cerca de conseguirlo.